La diseñadora, Nicky Zimmermann, tituló su colección de otoño “Desenfrenada”, haciendo referencia a los jinetes románticos y aventureros de la época victoriana con un estilo de los 80 de su juventud.
Los diseños con volantes, tul y ganchillo estuvieron presentes, piezas muy femenina, hecha para mujeres a las que les encanta arreglarse, y no solo la nena Zimmermann boho beach que todos conocemos y amamos. Primero, la paleta de colores fue mucho más tenue y terrenal esta temporada. Por cada hombro de proa o puf en un vestido estampado con flores, había un simple y suntuoso pantalón de cuero. Para cada mini femenino, había un maxi jersey italiano muy limpio y minimalista. La ropa de abrigo, que incluía chaquetas de bombardero inspiradas en la moda masculina y abrigos de piel de oveja, también fue un punto focal.
Además de la dama victoriana a lomos de un caballo salvaje, los temas del oeste americano se filtraron en la última colección de Zimmermann, predominantemente visible en las botas de cowboy tachonadas, las bolsas con cinturón y los sombreros negros de ala ancha O’Keeffe-ian amarrados alrededor de algunos de los hombros de los modelos. Dio una patada divertida al tema ecuestre, pero la diseñadora hizo puntos más fuertes en otros lugares.
Los mejores looks de Zimmermann fueron aquellos que aportaron una sensibilidad femenina y adulta a sus prendas coquetas, aquellas que fueron diseñadas pensando en la elegancia y el desgaste. En esta colección, había un vestido, un top, una chaqueta y un par de pantalones para todo tipo de mujeres desenfrenadas. Lo que convierte a esta colección en una de las ofertas más impresionantes y enérgicas de Zimmermann hasta ahora.
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The designer, Nicky Zimmermann, titled her autumn collection “Unbridled”, referring to the romantic riders and adventurers of the Victorian era with an 80s style of her youth.
The designs with ruffles, tulle and crochet were present, very feminine pieces, made for women who love to get ready, and not just the baby Zimmermann boho beach that we all know and love. First, the color palette was much more subdued and earthy this season. For each shoulder of the bow or pouffe in a dress patterned with flowers, there was a simple and sumptuous leather pants. For each female mini, there was a very clean and minimalist Italian maxi sweater. The warm clothing, which included bomber jackets inspired by men’s fashion and sheepskin coats, was also a focal point.
In addition to the Victorian lady riding a wild horse, themes from the American West filtered through Zimmermann’s latest collection, predominantly visible in studded cowboy boots, belt-pouches and wide-brimmed black O’Keeffe hats. They are tied around some of the shoulders of the models. She gave a funny kick to the equestrian theme, but the designer made stronger points in other places.
Zimmermann’s best looks were those that brought a feminine and adult sensibility to her flirty clothes, those that were designed with elegance and wear in mind. In this collection, there was a dress, a top, a jacket and a pair of pants for all kinds of unbridled women. What makes this collection one of Zimmermann’s most impressive and energetic offers so far.
