Los años 20 fueron una época de elegancia y belleza, y el diseñador Elie Saab quiso hacerle honor a la época con su colección y en particular con este vestido con 9000 piezas de pedrería y lentejuelas cosidas a mano. Según comenta: “Me inspiré en la energía y la atmósfera de esta época icónica, cuando las mujeres vivían en grande y se vestían bellamente”, agregando, “quería volver a visitar la época para rendir homenaje a París y su alegría de vivir”.
Todos los vestidos de su colección Haute Couture 2018, estuvieron cubiertos de pedrería y adornados con plumas y lazos de satén. El vestido más deslumbrante tenía un motivo Art Déco geométrico de lentejuelas plateadas, cristales y cuentas microscópicas sobre tul desnudo, por lo que el efecto era casi de joyería flotante. Éste presenta cuatro tipos diferentes de bordados a mano, con aproximadamente 4.000 lentejuelas y 5.000 piedras de vidrio de diferentes formas y tamaños. Desde lejos, todo parece plateado, pero se tejieron hilos rosados y azules para revivir el brillo del cristal. En el transcurso de tres meses, 12 personas trabajaron en el vestido, incluidos siete bordadoras, tres costureras, un diseñador de patrones y el director del taller; contribuyeron con un total de 500 horas, y solo se dedicaron tres semanas al bordado.
Cuando se trata de glamour total y adornos magistrales, Saab está en una liga propia. Este vestido sin duda encabezará las listas de deseos para la alfombra roja.
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The 20s were a time of elegance and beauty, and designer Elie Saab wanted to honor that era with his collection and with this dress with 9000 pieces of precious stones and sequins stitched by hand. He says: “I was inspired by the energy and atmosphere of this iconic era, when women lived big and dressed beautifully,” adding, “I wanted to revisit the time to pay homage to Paris and its joy of living.”
All the dresses in her Haute Couture 2018 collection were covered with rhinestones and adorned with feathers and satin bows. The most dazzling dress had a geometric Art Deco motif of silver sequins, crystals and microscopic beads on naked tulle, so the effect was almost floating jewelry. This dress has four different types of embroidery sewn by hand, with approximately 4,000 sequins and 5,000 glass stones of different shapes and sizes. From a distance, everything looks silvery, but pink and blue threads were woven to revive the sparkles from the crystals. Over the course of three months, 12 people worked on the dress, including seven embroiderers, three seamstresses, a pattern designer and the workshop director; They contributed a total of 500 hours, and only three weeks were devoted to embroidery.
When it comes to total glamour and masterful adornments, Saab is in a league of its own. This dress will undoubtedly head the wish lists for red carpet looks.
