Ciudad de México, urbe de cultura, contraste entre modernidad y tiempos pasados; así es su comida. Elaborada en algunos de los mejores lugares de la ciudad está llena de encanto mexicano.
Dulcería de Celaya, es la tienda de dulces más antigua del corazón de Ciudad de México. Decorada como una joyería, exhibe cientos de variedades de deliciosas preparaciones en sus vitrina, prueba las lágrimas, los bocados de tamarindo y batata, y el dulce de calabaza.
Seguimos con Quintonil, el elegante restaurante del Jorge Vallejo en Polanco. Vallejo fue una vez chef de cocina en el Pujol de Enrique Olvera, y la influencia lo demuestra. El plato característico son los huazontles con queso de Chiapas y salsa de tomate picante que refleja su estilo de cocina lúdica de ingredientes tradicionales, pero preparados con técnicas provenientes de todo el mundo.
Por último, olvida la abarrotada ubicación de Colima y dirígete unas cuadras hacia el norte hasta la Panadería Rosetta. En dos plantas pequeñas y una terraza lateral tranquila, los camareros sirven un menú completo de aperitivos y bebidas, pero lo clave a probar son las rosquillas, los pasteles y los súper adictivos panecillos salados-dulces llamados bollos de romero.
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Mexico City, city of culture, contrast between modernity and past times; and like that is its food. Made in some of the best places in the city is full of Mexican charm.
Dulcería de Celaya, is the oldest candy store in the heart of Mexico City. Decorated like a jewelry store, it exhibits hundreds of varieties of delicious preparations in its showcase, try the tears, the snacks of tamarind and sweet potato, and the pumpkin candy.
We continue with Quintonil, Jorge Vallejo’s elegant restaurant in Polanco. Vallejo was once chef at Enrique Olvera’s Pujol, and the influence proves it. The characteristic dish is the huazontles with Chiapas cheese and spicy tomato sauce that reflects its style of playful cuisine of traditional ingredients, but prepared with techniques from around the world.
Finally, forget the crowded location of Colima and head a few blocks north to Panadería Rosetta. On two small floors and a quiet side terrace, the waiters serve a full menu of snacks and drinks, but the key to try are the donuts, the cakes and the super addictive sweet salty rolls called rosemary buns.
